Un viaje meditativo a través de algunos bosques en el arte

Resumen

El gran bosque europeo denso y oscuro ha desaparecido proporcionalmente al crecimiento de las ciudades sobre todo a partir de la modernidad. En la misma medida de la desaparición de los bosques reales se da su incremento en el territorio de la cultura en general y en las artes plásticas en particular. El bosque se asume así como arquetipo o índice del natural y es en sus mejores ejemplos del arte siempre revisitado por una persistente expresión atravesada por el sueño y la nostalgia. En las representaciones de florestas hechas por artistas que quisieron recuperar, desde el punto de vista estético, estos paisajes desde dentro, podemos encontrar tal vez una de las raíces más lejanas del cuestionamiento o de la relativización de la idea de paisaje como vista o ventana, a favor de una la idea de paisaje como la equivocación o la implicación. Este cuestionamiento parece traer consigo la expresión o traducción del fundamento ético primero que hace reconocer la naturaleza como algo absolutamente superior al hombre. Esto sucede porque la mayoría de las representaciones de bosques hechas desde su interior revelan un cierto carácter estético negativo que induce en el espectador movilidad, incomodidad, extrañamiento obligándolo a indagar y articular junto estética y ética.