Resumen
Comencé a escribir este texto en los veranos de mi infancia. En el Vidago. Y en Chaves. En el Largo General Silveira, debajo de las estrellas. A ver partir la última locomotora. Meticulosamente, a recoger piñones en los céspedes de la piscina del Palace. A fumar los primeros Definitivos con el Groom del Hotel de mis abuelos. En el muro de atrás. Por la noche, en la terraza del Café Aurora a escuchar a los adultos. Nadir Afonso y mi padre. A oír hablar de los problemas de la pintura. De las características esenciales que separan la arquitectura de la pintura. De los criterios espaciales y tipológicos, y de la gravedad que asegura la naturaleza esencialmente estructural y constructiva del proyecto arquitectónico. De las propiedades concretas de la tierra y del cielo. De la fenomenología del "espacio natural".