ISSN 2447-746X
DOI: https://doi.org/10.20888/ridpher.v8i00.17483
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Rev. Iberoam. Patrim. Histórico-Educativo, Campinas (SP), v. 8, p. 1-32, e022027, 2022.
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ENTREVISTA CON JOSÉ LUIS GARCA RA
Lily Litvak
University of Texas, United States
yasha@austin.utexas.edu
Foto de José Luis García Rúa. Fuente: Archivo familiar.
INTRODUCCIÓN
Esta entrevista con José Luis García Rúa forma parte de una serie de setenta entrevistas
con anarquistas que pasaron la Guerra civil en España. Fueron llevadas a cabo y grabadas entre
1989 y 1991 en varias ciudades de España. Hasta ahora, ninguna ha sido publicada. Tuve la
suerte de tener una magnífica comunicación con los entrevistados; tenían una excelente
memoria y hablaron largamente sobre sus experiencias en la guerra y en la postguerra.
Lógicamente, también abordamos otros asuntos contextuales. Me interesaba especialmente
saber cuál fue el camino que los llevó a la ideología anarquista, cuál era su interpretación del
anarquismo y qué pensaban sobre la actualidad y el futuro de las ideas libertarias.
Esas conversaciones aportan un caudal de información de primera mano sobre la guerra
y la vida en España en esos años que completa lo que se sabe a través de otras fuentes. Más
aún, creo que esos testimonios, basados en experiencias propias, ofrecen una perspectiva
histórica muy auténtica. Los anarquistas con quienes hablé fueron testigos presenciales que
vivieron esos acontecimientos y estaban narrando su verdadera historia. Lo que me contaron;
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recuerdos o memoria, no ha sido mediado ni manipulado y reconfigura la relación que puede
haber entre testigo e historia. Hay que hacer constar además el valor de publicar esos diálogos
como una forma de hacer tangible el passado.
La entrevista con José Luis García Rua se llevó a cabo en el Hotel Cóndor de Granada,
el 11 de diciembre de 1990. En nuestro encuentro José Luis García Rúa me impresionó por su
inteligencia, calor humano y su incansable dedicación a las causas obreras. Era un hombre muy
culto y reflexivo, lo cual se ve en su impecable razonamiento al relatar, como un aprendizaje,
su trayectoria ideológica hacia el anarquismo. Entendía de manera muy lúcida la sociedad, la
política y la economía capitalista, así como el peligro totalitarista del comunismo, y siempre
creyó que el valor fundamental del hombre era la libertad individual y su significado social.
Fue una conversación que me reveló muchas cosas y que a la vez me emocionó
profundamente.
BIOGRAFÍA Y FILOSOFÍA DE JOSÉ LUIS GARCÍA RÚA
José Luis García Rúa, (Gijón, 31 de agosto 1923- Granada, 6 enero 2017). Anarquista
militante de CNT-AIT, Filósofo, poeta, escritor, catedrático emérito de la Universidad de
Granada. Durante su infancia estudió en la Escuela Neutra Graduada, donde tuvo como
profesor a Eleuterio Quintanilla. Cuando contaba trece años, su padre, Emilio García,
carpintero y voluntario de bombero (por entonces no era una profesión), militante del Sindicato
de la Construcción de la CNT de Gijón, murió en el frente de Oviedo. Comenta José Luis que
un compañero anarquista de su padre al verlo llorar le dijo: ‘No llores; cuando seas grande ya
lo vengarás”, y completa: “Aquello se me quedó grabado; yo no soy un hombre que ame la
violencia y quizás, la manera de vengarlo ha sido mi fidelidad a la causa obrera”
1
.
Tras la caída del Frente Norte, José Luis vivió en Olot y poco después pasó a Lorgues,
en Francia, donde fue recluído en una colonia de jóvenes, mujeres y ancianos. Allí aconteció
su primera revuelta. Explica que en ese lugar se pasaba hambre, y que el alcalde justificaba la
escasez de comida en un letrero donde decía que solo recibía cinco francos por cada persona.
José Luis había leído en el periódico que el gobierno de Negrín daba a Francia 15 francos
diarios por cada refugiado; tradujo esa noticia y la puso al lado del anuncio del alcalde. Eso
causó una pequeña revolución, y a causa de ello fue trasladado al campo de concentración de
1
J. Morán, “Memorias de José Luis García Rúa”, en “José Luis García Rúa (Vida y obra),”, 21 diciembre 2017,
https://sobrelaanarquisyotrostemasvidayobradepensadoresy.wordpress.com/2017/12/21/jose-luis-garcia-rua-
vida-y-obra/.
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Barcarès, y de allí al campo de concentración de Argelès-sur-Mer, prisiones donde tomó
contacto con refugiados españoles libertarios. Volvió a España en 1939, su hermana había
sufrido una embolia que la dejó paralizada y José Luis, para ayudar a su madre: construyó
tejados, fabricó baldosas, trabajó en una mina… Por fin, comenzó sus estudios en Lenguas
Clásicas (Filosofía y letras). Completó su carrera en la Universidad de Salamanca donde se
licenció en Filosofía Clásica, se doctoró con la tesis: El sentido de la interioridad en Séneca
(1955), y fue profesor adjunto de Antonio Tovar en Historia de la Antigüedad. En 1957 partió
a Alemania con una plaza de lector en la Universidad de Maguncia. Allí conoció y se casó con
Gisela Wiedemann.
García Rúa volvió a Gijón en 1958 y desde entonces se dedicó a la enseñanza y a la
lucha clandestina contra el régimen franquista. En 1959 fue fundador de GESTO, una
asociación cultural en torno al teatro, que se convirtió en un centro del antifranquismo
asturiano. Fundó la Academia obrera en la calle Cura Sama, cerrada por la policía en 1965, por
donde pasaron muchos de los políticos antifranquistas de la época; entre ellos: Vicente Álvarez
Areces, Guillermo Rendueles, José Luis Iglesias, Marcelo García, Ramiro Díaz Medina, José
Leopoldo Portela, José Ramón Herrero Merediz, y un gran número de obreros y militantes. El
Aula lleva ahora el nombre de José Luís y sigue realizando actividades. Entre ellas, la “Semana
del Aula Popular José Luis García Rúa” con un ciclo de conferencias y actos culturales.
Durante los años sesenta y setenta García Rúa sufrió numerosos ataques del régimen:
fue revocado su nombramiento como profesor de alemán en la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad de Oviedo y fue cesado como profesor de alemán en la Escuela de Comercio
de Oviedo. Su ficha policial habla de su actividad en la Academia de la Calle Cura Sama:
“imparte una enseñanza de cultura general haciéndolo con carácter gratuito y por un encubierto
deseo de divulgación cultural.” La ficha comenta sobre las conferencias que allí se impartían:
“estas conferencias y coloquios pretenden dar a conocer a estos pseudointelectuales para ganar
las simpatías de un auditorio que seleccionado antes o después, resulta útil a otros manejos
posiblemente políticos.” Afirma que “su conducta y su irresponsabilidad le llevan a un campo
más abierto de hostilidad al régimen,” que asiste diariamente a una tertulia integrada por
comunistas, intelectuales de oposición y algún sacerdote o seminarista, que recibe por correo
propaganda y publicaciones marxistas,” y que se le ha visto en varias manifestaciones contra
el régimen
2
. En 1969 fue uno de los fundadores de las Comunas Revolucionarias de Acción
2
Ibid. y Pedro Pablo Bazán, “Semblanza de José Luis García Rúa,” La Voz de Asturias, 8 enero, 2017,
https://www.lavozdeasturias.es/noticia/asturias/2017/01/07/semblanza-jose-luis-garcia-
rua/00031483814577582410908.htm.
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Socialista (CRAS), que tenía como fin el unificar la lucha clandestina antifranquista. Estaba
inspirada por el consejismo, la autonomía obrera y el anarcosindicalismo y se oponía al
totalitarismo del partido comunista. Cuando ese grupo se disolvió, sus miembros formaron el
núcleo de la CNT en Gijón.
A finales de 1971 García Rúa se trasladó a Andalucía y dio clases en la Universidad
Laboral de Córdoba, de la que fue expulsado, como lo fue también, en 1972, del Instituto
Séneca de la misma ciudad. En 1972-73, enseñaba Historia de la Filosofía en el Colegio
Universitario Santo Reino, de Jaén, contrato que no le fue renovado por las presiones del
Gobernador civil de Jaén. En el curso de 1974-75 pasó a la Universidad de Granada, como
Profesor adjunto titular, después fue Catedrático de Historia de la Filosofía, y finalmente se
jubiló como Catedrático Emérito. Durante esa época colaboró activamente en la reconstrucción
de la CNT. Participó en los dos primeros mítines públicos que hubo tras la Guerra Civil en La
Felguera y en Gijón. Ocupó varios puestos en la CNT; fue dos veces Secretario Regional de
Andalucía y Secretario General del Comité Nacional entre 1986 y 1990. Fue dos veces director
del periódico CNT, y de 1997 a 2000 Secretario General de la Asociación Internacional de
Trabajadores (AIT), participó en numerosos mítines por España organizados por la CNT y en
enero de 1994, dió el discurso fúnebre por Federica Montseny en representación de CNT
3
.
Los estudios sobre filosofía que escribió García Rúa empezaron con su tesis doctoral
sobre Séneca, donde señaló cómo la conciencia asume el deber. Estudió el pensamiento de
Epicuro y de Platón. En un importante artículo comentó las ideas de Feuerbach sobre
socialismo y comunismo, que influyeron en sus conclusiones sobre los aspectos negativos de
las “democracias formales” europeas. Fue autor de escritos teóricos sobre anarquismo
publicados generalmente en CNT, El País y Archipélago. Gran parte de ellos fueron
recopilados en Reflexiones para la acción. En esta importante obra en cuatro volúmenes
desarrolla el paso del franquismo a la Transición, el fracaso de la Unión Soviética, la
corrupción del PSOE, la década del 2000, la globalización y su objetivo de dominar y
homogeneizar al mundo a través del mercado capitalista, y en el último y cuarto tomo recopila
3
Para García Rúa, Federica Montseny fue esencial en el movimiento anarquista y fue una de las protagonistas que
lucharon por mantener a la organización fiel al anarquismo y no permitir que ciertos grupos politizantes o
progubernamentales llevasen a la CNT hacia una participación directa con el gobierno republicano en el exilio o
inclusive con el franquismo. Según García Rúa, la esencia de la labor de Federica fue mantener el anarquismo en
la CNT, Fran Andújar, “El vivo legado de José Luis García Rúa,” Ser Histórico, 09/09/2017,
https://serhistorico.net/2017/09/09/el-vivo-legado-de-jose-luis-garcia-rua/. García Rúa les pidió a los dos
gobiernos, de España y de Francia, “que se arrepintieran por el trato otorgado a [Federica], este gran talento y gran
corazón.” “JoLuis García Rúa,” El Miliciano.Blog anarcosindicalista y de difusión de ideas libertarias, 30
junio, 2009.
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diversos ensayos culturales, entrevistas, y estudios, como uno dedicado al desarrollo negativo
del joven Marx.
Las ideas de García Rúa, explicitamente desarrolladas en esta entrevista, forman un
fondo teórico donde analiza el proceso político de las democracias parlamentarias europeas
que, enemigas de la auténtica libertad y autonomía de la gente, dominan e “ilotizan” a la
población a través de la apertura capitalista y el consumismo. A ello opone García Rúa la
acción directa y el activismo, y el que las personas tomen su propia dirección. Comenta en la
entrevista la división que sufría entonces la CNT debida a la tentación por el modelo sindical
que ofrecía el Estado, y contradice a quienes querían una CNT “adaptada a los nuevos
tiempos”, lo cual, para él, era sinónimo de ceder y aceptar la ideología dominante y la sociedad
de consumo. Cree que la CNT debía seguir con su modelo libertario y sindical, se declara
contrario a la “domesticación” del anarcosindicalismo, así como a la formación de un
“euroanarquismo” supuestamente más adaptado a la ideología hegemónica de la sociedad, que,
según él, cortaría o limitaría el contenido revolucionario de la CNT, Para García Rúa el
anarquismo es la única barrera válida ante el liberalismo y el capitalismo y la única protección
para una sociedad formada por hombres libres. En esta entrevista confirma su continua fe en
los ideales anarquistas.
García Rúa siempre tuvo pasión por la poesía y sobre todo por Antonio Machado.
ENTREVISTA
Lily Litvak: Mira, más que hacerte preguntas concretas, te quería dejar hablar.
Primeramente quiero preguntarte ¿de dónde partiste hacia el anarquismo? ¿Viene de tu familia
o cómo fue que te atrajeron las ideas libertarias? ¿Cómo fue tu trayectoria hacia el anarquismo?
José Luis Garca Ra: El origen tiene mucho que ver con mi familia. Mi padre era de
la CNT y murió en el frente de guerra en el año 36, el 4 de octubre en el primer ataque a
Oviedo. No obstante, mi padre no era directamente anarquista, había militado en el Partido
Socialista y en la UGT, y en el año 23, como consecuencia de la colaboración de UGT y del
Partido Socialista con el dictador Primo de Rivera, abandonó, como muchos, el partido y el
sindicato y se afilió a la CNT. Era de ideología comunista, si bien, de un comunismo no
estalinista. Perteneció a lo que se llamaba la Izquierda Comunista, que era representada
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entonces por algunos que habían militado también en la CNT como Andrés Nin
4
y Joaquín
Maurín
5
, que en el año 35 fundieron los dos grupos: Izquierda Comunista y Bloque Obrero y
Campesino, y fundaron el Partido Obrero de Unificación Marxista, el POUM
6
.
Mi padre perteneció al POUM y a la vez fue militante de la CNT. Esto hizo que no haya
tenido nunca cargos en el sindicato más arriba del nivel del propio sindicato, pero fue un gran
luchador y ésto le valió que sus compañeros siempre lo nombraran delegado del sindicato en
los más importantes congresos. En los congresos de 1931 y 1936, el nombre de Emilio García
-que era mi padre- figuraba como representante del Sindicato de la Construcción de Asturias.
Está consignado ahí. Además, como militante del sindicato fue de lo más significado que hubo
en Asturias. Cuando murió la capilla ardiente estuvo en el Sindicato de la Construcción y
después de velarlo en el Sindicato le hicieron una gran comitiva. Lo que quiero decir es que, a
nivel de sindicato, era un anarcosindicalista, en el sentido de que asumía todos los principios
de la CNT; entendiendo que la CNT no es un sindicato.
Yo tenía 12 años cuando mataron a mi padre, no hablaba con él, ni él hablaba conmigo
de estas cosas. Mi padre fue un hombre que siempre respetó exquisitamente la libertad de todos
nosotros, por decirlo así, nunca trató de adoctrinarnos. Entonces, me enteré después, cuando
estuve en el campo de concentración en Francia, en Barcarès, porque allí los compañeros de
mi padre, que me reconocieron, y me lo comentaron, que la posición de mi padre era primero
el sindicato y luego el partido. Es decir, al revés, y que por esa visión de prelación de las cosas,
había tenido una acogida perfectamente sincera dentro de la militancia anarquista y sindicalista
4
Andrés Nin, (1892-1937), hijo de zapateros que se sacrificaron para que estudiara el magisterio en Tarragona y
en Barcelona. En 1918 pasó a la CNT. Influido por la Revolución rusa, apoyó el ingreso de CNT en la III
Intenaional de 1919. Estuvo encarcelado seis meses en 1920 durante la represión contra la CNT. Fue delegado al
Congreso de la IRS de Moscú y abandonó las tesis anarcosindicalistas para unirse al comunismo. Por un tiempo
se oupó de reorganizar el PCE, defendió a Trotsky, lo cual le acarreó problemas con Stalin, fue separado de la ISR
y abandonó Rusia. Desde octubre de 1930 ganaba algo de dinero con la traducción de novelas rusas. Se unió a la
FCCB de Joaquín Maurín hasta 1931. Durante la República publicó la revista Comunismo (1931) y fundó el
periódico El Soviet, 1931. Al inicarse la guerra encabezó el POUM y fue consejero de justicia de la Generalitat.
Intentó acercarse a la CNT, fue detenido en 1937, encerrado en una checa y asesinado.
5
Joaquín Maurín 1896-1973. Maestro en Lérida, contactó y se afilió a la CNT. Fue deportado a La Mola en 1920.
Atraído por la Revolucion rusa viajó a Rusia en 1921 con una delegacion de CNT probolchevique para asistir al
congreso de la Internacional Comunista. Publicó en La Lucha Social de Lérida, y en La Antorcha de Madrid. En
1926 fue detenido y fue expulsado del partido comunista. En 1931 fundó el Bloque Obrero y Campesino. Más
tarde se unió a Nin en el Partido Obrero de Unificacion Marxista POUM. La sublevación lo sorprendió en La
Coruña, fue detenido en Jaca y condenado a muerte. Salvó la vida, quedó libre en 1946 y en l947 se fue a vivir a
Estados Unidos.
6
POUM Partido Obrero de Unificación Marxista; partido comunista español fundado durante la Segunda
República formado por la fusión en 1935 de Izquierda Comunista Española ICE, de orientación trotskista y el
BOC Bloque Obrero y Campesino en 1935, como reacción contra el comunismo estalinista derivado de la
Revolución rusa.
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de la CNT. De manera que así fueron las cosas; yo, entonces, en ese sentido, no he tenido una
enseñanza anarquista directa.
Tuve un maestro anarquista que fue Eleuterio Quintanilla. Fue el único maestro que yo
tuve porque, a nosotros, mi padre nos mandó a la Escuela Neutra graduada, que era una de esas
escuelas racionalistas del movimiento, que no era una escuela confesional. Y Eleuterio
Quintanilla era un hombre de la ideología de la CNT anarcosindicalista, y completamente
anarquista
7
. Pero también, Eleuterio Quintanilla, era un hombre que en la escuela no hablaba
directamente de cosas de política ni trataba de mezclar su ideología militante con su misión de
la enseñanza. Más bien, en este aspecto, la enseñanza era indirecta o negativa, en el sentido de
que no se nos privaba de la libertad, no se trataba de fijarnos dogmas en la cabeza. Y eso, tanto
en la casa, como en la escuela el nivel de diálogo con mi maestro y con mi padre, o con mis
padres, era siempre muy abierto, muy relajado, muy distendido.
Mi padre no era creyente; mi madre era creyente pero no militante. No era mujer de
iglesia, no iba a la iglesia para nada, ni para actos de comunión ni para ninguna otra cosa, ni
iba a misa. Me imagino que ese sentimiento, más que otra cosa, era una especie de sustrato
subconsciente, ¿no? Era un clima donde yo no me daba cuenta de dónde estaba viviendo;
excepto si me encontraba con la posición contraria. Entonces sí; donde no había libertad, yo
notaba la falta de libertad, donde yo veía imposición dogmática, yo, digamos que echaba un
paso atrás como una forma de actitud defensiva. Eso quiere decir que la educación que me
dieron de niño era una educación de dejarme un poco crecer sin atosigarme en ningún aspecto
de ideologización. Yo creo que acertaron los dos; que acertó mi padre y que acertó Eleuterio
Quintanilla en esa actitud. Y yo les he agradecido siempre que así fuera, porque, además fueron
dos hombres que, casi más que con la palabra, me educaron con su ejemplo; el ejemplo de una
actitud dedicada, sufrida, militante. En ningún caso soberbia, siempre dando de sí todo lo que
tenían, poniéndose siempre en la vanguardia de todos los peligros. Y finalmente sucumbiendo
a esos peligros.
7
Eleuterio Quintanilla Prieto, (Gijón 1886-Burdeos 1966). De familia obrera, cursó estudios primarios en una
escuela gratuita, y desde los trece años trabajaba de aprendiz con un patrón que lo animó a seguir estudiando en el
Ateneo Obrero, y aprendió varias lenguas (italiano, francés, inglés, esperanto). Se inició en el obrerismo en 1904-
5, como orador en Mieres en defensa del anarquismo. Desde 1908 estuvo conectado con Ricardo Mella. Fue
encarcelado en 1910. Desde 1914 abandonó su trabajo de chocolatero para dedicarse a la enseñanza en la Escuela
Neutra. Tras la derrota partió y se estableció en Burdeos donde escribió su Emocionario del destierro (1943).
Escribió para Solidaridad Obrera de Gijón, Acción Libertaria, CNT, El Libertario, La Revista Blanca, Ver Ramón
Álvarez, Eleuterio Quintanilla. (Vida y obra del maestro) Contribución a la historia del sindicalismo
revolucionario en Asturias, México D.F., Editores Mexicanos Unidos, 1973.
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Yo pienso que fue la enseñanza más clara, pero yo no tenía puntos de referencia, ni
sabía tampoco entonces distinguir bien entre una militancia, digamos, anarquista o comunista.
La militancia obrera era antifascista y eso me era suficiente por el momento. Con el estallido
de la guerra ya fue otra cosa, y ya empecé a tomar posiciones de diferenciación.
Lily Litvak: ¿Dónde ymo fue para ti, el momento cuando estalló la guerra, cómo te
afectó?
José Luis Garca Ra: Bueno, la guerra, … la guerra yo la viví…, la recuerdo casi día
a día. Tenía doce años cuando estalló. Mi padre era bombero, yo le llevaba la comida cuando
estaba de guardia. Aquella vez estaba de guardia y no vino a casa. Luego, me contaron los
compañeros que se había marchado a Madrid con una expedición de mineros asturianos y
obreros de la CNT, que puesto que el general Aranda, que era el comandante de Asturias, había
dado su palabra en Oviedo de no levantarse en Asturias, [los mineros] iban a defender Madrid
porque sabían que en Madrid iba a haber levantamento.
Luego, a la altura de Benavente les dieron la vuelta diciendo que Aranda se había
levantado en Asturias. Dieron la vuelta y se quedaron cercando la ciudad de Oviedo. Pasó
mucho tiempo, pasaron quince días antes de que supiéramos nada de mi padre, y no sabíamos
lo que le había pasado, si lo habían matado, o si había muerto, hasta que apareció a los quince
días, entonces sí, con el mono de miliciano y con el correaje y el casco, y ya nos contó toda la
historia de cómo había sido la cosa
8
.
Ah, una prueba de esa confianza que había entre los elementos anarquistas y mi padre,
que no era directamente de ideología anarquista, era que el autocar en el que viajaba mi padre,
era un autocar de las Juventudes Libertarias
9
, que le habían nombrado hacía poco como
coordinador al frente de aquella expedición. Quiere decir que entonces, aunque no hubiera
directamente una militancia específica, sí había la confianza de que se trataba de un hombre de
la CNT sin ninguna clase de reparo y dispuesto a luchar de todas las maneras.
8
El asedio de Oviedo dudesde el 19 de julio hasta el 16 de octubre de 1936. La guarnición de la ciudad, al
mando del coronel Antonio Aranda Mata, se declaró a favor del levantamiento y resistió hasta que una fuerza
nacionalista lo relevó. Inicialmente, los nacionalistas no consideraban que Oviedo fuese un lugar que se inclinara
por la rebelión, pues la ciudad había sido el centro de la Revolución Asturiana de Octubre de 1934. Aranda había
declarado que sería leal a la República, y 4000 mineros partieron en tren para luchar en el conflicto. Aranda se
confabuló con la Guardia Civil y la Guardia de Asalto de Asturias y cuando partieron los mineros se declaró a
favor de la rebelión y se apoderó de Oviedo “Asedio de Oviedo. El levantamiento y el plan de Aranda”
https://hmong.es/wiki/SiegeofOviedo.
9
Juventudes Libertarias, La Federación Ibérica de Juventudes Libertarias FIJL, también llamada Juventudes
Libertarias, cuyo acrónimo es también JJLL fue una organización juvenil anarquista creada en Madrid en 1932
durante la Segunda República.
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Con respecto a mí, yo ya tenía bastante contacto con el mundo de la lucha obrera porque
a mi padre, dado que era un significado luchador obrero, cada vez que había una huelga
importante lo metían en la cárcel. Y yo fui muchas veces de niño, desde los ocho o nueve años,
con la frecuencia con que metían a mi padre en la cárcel, yo le iba a llevar la comida a la cárcel.
Le llevaba la manta, la maleta, la comida, de manera que los rastrillos de la cárcel y todas esas
cosas las conocía desde muy niño. Y luego, también, la acción, digamos, un poco armada, la
conocí también. Cuando estalló la Revolución de Octubre en Gijón
10
, mi padre se encontraba
en la casa escribiendo un manifiesto revolucionario, y en esto, llamaron a la puerta a grandes
porrazos, yo fui a la puerta, la abrí y me encontré con doce guardias de asalto, que con el fusil
a la cara me apuntaban desde las escaleras y me preguntaron inmediatamente: "¿Emilio
García?, venimos a buscar a Emilio García, dile que salga", pero sin dejar de apuntarme.
Entonces, yo, desde la puerta, llamé: "Madre, llaman a mi padre aquí, son los guardias".
Entonces vino mi madre, y al ver a los doce guardias de asalto, se desmayó, cayó en el pasillo
desmayada. Yo llamé a mi padre: "Madre se desmayó", y tal, pero mi padre cogió los papeles
que le estaban dando los guardias, los tiró por el váter porque podían comprometer a otros
compañeros, tiró de la cadena, vino a recoger a mi madre, y les dijo a los guardias: "esperen,
que se ha desmayado mi mujer, y yo ahora les acompaño.” Luego vino la revolución, el
bombardeo de la armada, la llegada de los hombres del tercio y de los moros, los regulares,
que los mandó Franco en aquella ocasión también, a reprimir a Asturias, y los muchos miles
de muertos que hubo.
En fin, yo anduve entre las barricadas desde muy niño. Yo en el año 34 o 35, tenía 11
años escasos, cuando vino la revolución. Tenía una cierta familiaridad, digamos, con las
acciones de guerra, con las acciones violentas, con las bombas, con las huelgas, con las
manifestaciones, porque Asturias -- yo soy de Gijón, asturiano--, Asturias era una región muy
fuerte en el sentido revolucionario de la palabra, muy movida, y así vino aquella revolución.
Cuando mataron a mi padre, a me metieron en un orfanato, un orfanato miliciano,
que era dirigido, primero, por los comunistas y luego por los socialistas, nunca por los
anarquistas. Hay que saber que en Asturias la mayoría la tenían los socialistas. No había pocos
anarquistas, y además, sitios muy importantes, como Gijón y la Felguera, eran anarquistas,
10
La Revolución de Asturias fue una insurrección obrera ocurrida en octubre de 1934. Formaba parte de la Huelga
General Revolucionaria, organizada por los socialistas en toda España, conocida con el nombre de Revolución de
Octubre de 1934. Arraigó en Asturias porque la CNT se integró a la alianza obrera propuesta por los socialistas de
la UGT y el PSOE. Por su organización social y política se conoce también como “Comuna Asturiana”por sus
similitudes con la Comuna de Paris de 1871. “Revolución de Asturias de 1934,”
https://es.wikipedia.org/wiki/Revolución_de_Asturias_de_1934.
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pero la mayoría, en las cuencas mineras, la tenían los socialistas. Cuando se formó el Consejo
de Asturias y León durante la Guerra, pues, la mayor parte de las instituciones, por decirlo así,
eran controladas por los socialistas, y los directores de aquel orfanato donde yo estuve fueron,
primero un comunista y luego una mujer socialista.
Y claro, allí se veía en seguida hacia dónde se encaminaba la educación. Los nombres,
los himnos comunistas, la figura y la significación de Lenin, etcétera, etcétera, yo lo aprendí
en el orfanato. Y luego vi también la discrepancia que había entre comunistas y socialistas. O
sea, que, por decirlo así, hasta los 14 años yo no sabía que mi padre era de la CNT. La CNT
era para el sindicato obrero cien por cien. No existía otro como mi padre, pero de militancia
anarquista y de diferenciación y sobre todo de saber en qué consistía la posición anarquista
frente a las otras, yo no podía, yo no tenía elementos de juicio claro para ello.
Donde yo empecé a ver esa diferencia fue en el campo de concentración de Barcarès
11
.
Cuando llegaron las fuerzas de Franco a Cataluña, yo vivía en Olot, entonces pasé la frontera
y entré en Francia. Yo tenía entonces 15 años, y me mandaron a una colonia infantil, una
colonia de mujeres, de viejos y de jóvenes. Yo sabía francés y actuaba de intérprete, daban mal
de comer, pero yo comía bastante bien porque comía en la cocina. El alcalde de la ciudad había
puesto allí un escrito diciendo que no podía dar mejor de comer porque solamente le daban
cinco francos por cada refugiado. Y, precisamente, aquel día yo había leído en el periódico que
el Gobierno español en el exilio, daba al Gobierno francés 15 francos al día por cada refugiado.
Entonces, no hice nada más que poner la traducción al lado del recorte francés, y se armó
inmediatamente la revolución. Volaron los platos y se armó una zapatiesta grande.
Al día siguiente, vino la policía y me llevó al campo de concentración. Enseguida, el
alcalde me señaló con el dedo"ese tiene la culpa.” Yo no había hecho nada más que traducir
aquello, pero era suficiente. Claro, yo era una especie de bomba de relojería retardada. Era
muy inocente, pero a la vez, tenía mucha energía adentro. Y entonces, me llevaron al campo
de concentración diciendo que yo era un peligro para las muchachas del pueblo.
Bueno, me metieron a los 15 años en el campo de concentración de Barcarès, donde
había unos 70 mil milicianos dispuestos en barracones, y allí estuve durmiendo en la arena
mucho tiempo hasta que encontré a esos amigos de mi padre de que te hablé, que fueron los
11
Barcarès fue construido en cuatro semanas en febrero de 1939 como campo provisional. Las condiciones, como
las de Argelès, era horrendas. Constaba de dieciocho islotes de 25 barracones sobre la misma playa. Fue diseñado
para 31500 personas pero se calcula que allí fueron recluidas unas 100 000. Ver “La historia ‘desconocida’ de los
campos de concentración franceses después de la caída de la República española.”A.D.A.R., junio 28, 2017,
https://www.adar.es/la-historia-desconocida-de-los-campos-de-concentración-franceses-después-de-la-caida-de-
la-republica-española/.
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DOI: https://doi.org/10.20888/ridpher.v8i00.17483
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que me explicaron cómo era mi padre, cómo militaba, qué pensaba, qué sentía sobre la CNT.
Me llevaron al puesto de mando del Islote I, donde yo estaba, haciendo y llevando los mensajes
a las diferentes barracas, y allí, esa fue mi auténtica universidad. Yo aprendí más que nada en
el campo de concentración de Barcarès, y luego, cuando lo cerraron, en el campo de
concentración de Argelès-sur-Mer
12
. Porque hay que pensar que lo que había allí era un
ejército derrotado y, entonces, la pregunta que se hacían los soldados, que no eran simples
soldados, sino que eran soldados milicianos, soldados de un ejército revolucionario derrotado,
y se preguntaban, cómo, por qué, para qué y cuál iba a ser el futuro. Y entonces, se hacían
grandes controversias en cada barracón.
En cada barracón había comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, de todo. Y
realmente, se hacían controversias muy interesantes. Había gente preparadísima, gente con
gran capacidad de oratoria, con gran capacidad de presentación de las ideas. Yo estaba de puro
espectador, yo tenía 15 años, no sabía nada de aquello, pero me maravillaba. Para mí, yo había
estudiado hasta entonces un par de años de bachiller, pero siempre había sido ante un
planteamiento académico, ante una pizarra, y una discusión en vivo sobre temas reales tan
crueles como la guerra y el futuro de los pueblos, era para mí un espectáculo totalmente nuevo.
De manera que yo estaba realmente entusiasmado, vamos, bebía, por decirlo así, la
enseñanza que que estaba presenciando. Y allí yo aprendí mucho, allí yo aprendí, puesto que
discutían socialistas, comunistas, anarquistas, republicanos…, y ya empecé a distinguir cuál
era la posición de cada uno. Y entonces, allí fue donde me fui inclinando hacia el anarquismo,
hacia la posición anarquista. Sobre todo, porque junto a esas, digamos, discusiones teóricas o
de análisis, había también un comportamiento práctico. Y el comportamiento práctico era que
se comía muy mal y se dormía peor en un campo de concentración como ese, y ahí suele verse,
en fin, la tendencia más o menos egoísta de las personas. Entonces, yo observaba que si uno,
cualquiera, digamos, recibía un paquete de su familia, pues iba y guardaba el paquete donde
fuera y lo iba trincando como podía. Pero yo conocí, allí en el barracón donde estaba, a varios
elementos anarquistas, que cuando recibían un paquete de la familia, lo que hacían era poner
el paquete en medio de la barraca y todo el mundo cogía de allí.
Aquello, realmente me sacudió. Eh, ¿cómo es ésto que hay unos que reciben un paquete
y se lo guardan, y hay otros que reciben un paquete y lo ponen en medio de la barraca para que
coja el que quiera? Entonces fui viendo que había gente que hablaba de una manera y actuaba
12
Argelès sur mer en los Pirineos orientales fue el primer campo improvisado por el gobierno francés. En la playa
se construyó un cerco de alambre de espino para confinar a los refugiados españoles. Las condiciones de vida eran
inhumanas, no había barracones, letrinas, enfermería, cocina ni electricidad.
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de otra, y había gente que hablaba de una manera y actuaba concordemente con lo que hablaba.
Y aquí también me fui inclinando un poco hacia la orientación, digamos, anarquista.
Era una mayor pureza de, digamos, del discurso, con mayor coherencia al no estar,
digamos, cogidos por los intereses de carácter político, y una mayor pureza moral. Una ética
más resplandeciente, que así aportaba mayor coherencia entre discurso y comportamiento
moral. Bueno, pues estas fueron, prácticamente, las dos fuentes, que yo tuve. Cuando vine a
España.
Lily Litvak: ¿Cuando fue eso?
José Luis Garca Ra: Yo vine en el año 39. Al final yo estuve en Francia desde enero
del 39 a diciembre del 39. En diciembre, mi madre nos mandó llamar. Yo tenía 15 años, y
como te digo, yo tenía una hermana que después murió. Estaba enferma, había sido también
evacuada a Francia y quiso volver a España. Mi madre nos escribió diciendo que nuestra
hermana estaba enferma y que ella no podía salir a trabajar porque tenía que cuidarla, y que
nos necesitaba. Y entonces volví a España. Volví a finales del 39 y entonces en España había
una situación muy difícil. Había un clima quizá de mayor mayor resistencia al régimen de lo
que hubo más tarde, porque yo empecé a trabajar en la construcción, por las obras, por aquí,
por allá… me encontraba con obreros y hablaba enseguida con ellos.
Lily Litvak: ¿Y te era facil encontrar trabajo, había trabajo?
José Luis Garca Ra: Sí, trabajo sí había en aquella época, sí. Date cuenta que España
estaba en el suelo y le hacía falta mucho trabajo. Había mucho trabajo. Lo que pasaba es que
en el trabajo, con lo que ganabas en ocho horas no podías vivir. Entonces, tenías que trabajar
diez, doce, catorce horas, con horas extraordinarias o buscándotelas. Pero había mucho trabajo,
y claro, cuando estabas con los obreros inmediatamente venían las preguntas. Todos conocían
a mi padre, "hombre, fulano de tal", y entonces, ya se ligaba la conversación, y hablaban, y se
veía la, digamos, la actitud de resistencia, una resistencia pasiva, naturalmente, pero todavía se
hablaba. Más tarde no, más tarde, la gente se fue haciendo más prudente, llegó a tener más
miedo. Pero durante el año 39, en los trabajos, se hablaba todavía entre los obreros en contra
del régimen, pero no fuera de ese ambiente. Y eso se fue apagando progresivamente, y llegó
un momento en que si no estabas-- y yo no estuve sino hasta más tarde-- metido en la lucha
clandestina, pues, tenías que mantenerte al margen. Es decir, no dejarte absorber por el
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falangismo y por las tendencias franquistas, que a veces llegaban a ejercer sobre uno presiones
muy fuertes para tratar de asimilarte.
Lily Litvak: ¿Como qué tipo de presiones? ¿Laborales?
José Luis Garca Ra: Laborales, y morales, y de todo tipo. Yo te cuento una historia;
por ejemplo, cuando vine de Francia, vine nada más con un pantalón de drill, un calzón corto
americano que usaba para ir a la playa, y una camisa azul. Cuando andaba en el campo de
concentración no tenía más que eso, y en España también. Tanto era así que, mi madre, para
lavármelos, yo tenía que quedarme en casa hasta que se secaban y me los planchaba. No tenía
otra cosa.
Una vez, yo estaba viendo un partido de fútbol, y se me acercó un mocete un poco
mayor que yo, yo cumplía 17 años, y me dijo "¿Tú eres falangista?". Le dije que no, y él me
dijo: "Pues, te voy a quitar la camisa.” Le pregunté por qué y me contestó: "Porque es una
camisa azul." Era una camisa azul con hombreras y todo; bueno, externamente parecía una
camisa de ese color
13
. "Hombre, mira, yo no tengo otra camisa." “Pues ven conmigo al
cuartel,” y me llevaron al cuartelillo donde estaban ahí todos los muchachetes esos de 17, 18
años y yo fui, y me decían: "este tal por cual, eres un rojo, tú…", en fin, las cosas que se
decían entonces. Yo les dije: "Mira, yo no tengo ningún interés en tener esta camisa, tú me das
otra camisa y yo te doy ésta". "Yo no tengo por qué darte ninguna camisa". "Bueno, pues,
déjame ésta." Entonces se metió uno que quería romperme la camisa, y uno de ellos dijo: "No,
hombre, córtale nada más las hombreras.” Era una camisa que tenía aquí un bolso con tapaderas
y las hombreras, y entonces querían cortármelas y cortar las tapaderas, y ese era ya, digamos,
el más humano entre los que había allí, que hizo eso para que no me la rompieran. Yo le decía:
"Cuidado, hombre, deja que, mira, que me la vas a estropear, esto me lo puede hacer mi madre,
cuidadosamente para no estropear la camisa, es la única que tengo.” Y mi madre la compuso...
13
Las “camisas azules” se identificaban con la Falange. Una vez vencido el “ejército rojo” en la Guerra Civil
quienes queria mostrar su adhesión a la Falange llevaba el símbolo distintivo de los falangistas que era la camisa
azul con hombreras, cuello legionario y las flechas y el yugo bordados en rojo. La elección del color azul para la
camisa del uniforme de Falange, fue el primer acto de autoridad de José Antonio como Jefe Nacional durante el I
Consejo Nacional, el 6 de octubre de 1934. En la tarde del día 6 se proclamó Jefe Nacional y, a continuación, se
pasó a la discusión sobre el color a adoptar para la prenda del uniforme falangista. Algunos consejeros defendieron
la ‘camisa negra’ italiana, pero se desechó la idea. Ernesto Jiménez Caballero propuso la camisa parda’ que
recordaba la austera tierra castellana. Luis Aguilar abogó por la ‘camisa azul horizonte’ o ‘gris desvaído’, como
colores de camuflaje en caso de batalla. Tras el debate, José Antonio impuso la camisa color azul mahón: “como
color neto, entero, serio y proletario, distintivo de una organización rotunda, varonil y firme”; el emblema iría
bordado en rojo, al lado izquierdo, a la altura del corazón.
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Bueno, pues, esto es un ejemplo, una anécdota, digamos. La policía de la Organización
Juvenil
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estaba sobre la juventud presionándola, insistiéndole… Y había presiones de otro
tipo; la Iglesia también hacía presiones para atraerte hacia las posiciones de las organizaciones
católicas. Por ejemplo, hacían escuelas dominicales donde enseñaban francés; yo fui una vez
a una y la profesora me dijo: "tú sabes más francés que yo, no vuelvas", y ahí también, a los
que asistían, les daban comida y regalos y dulces y caramelos, y luego venía el obispo a
bendecirlos. Todos teníamos una presión muy grande, una necesidad grande de pertenecer, de
absorberte con la gente del pueblo, ¿no? Entonces, digamos, que para una mentalidad como la
mía, puesto que no estaba en la lucha clandestina, no me cabía nada más que mantenerme,
digamos, limpio de todo aquello que había a mi alrededor.
Lily Litvak: ¿Y tenías amigos que pensaban como tú?
José Luis Garca Ra: Sí, eso sí, muchos amigos, y a nivel de amistad se podía hablar
bien, porque el régimen franquista a nivel popular era muy impopular ya durante la guerra y
sobre todo después de la guerra, y mucho más a nivel de barrio. Yo era de familia obrera y
siempre viví en medios obreros. Entonces a ese nivel el grupo de amistades que te rodeaba era
toda gente antifascista. Pero nada más, es decir, antifascitas no de acción, de oponerse
activamente al régimen, sino sencillamente de no aceptar el régimen. Y claro, un hombre como
yo, que está en esa situación, pues, las energías nos hacen desgastarlas. Y entonces fue una
época de mi vida en donde yo me dediqué mucho a las mujeres.
Fue una vida bastante intensa durante mucho tiempo, sobre todo, en la época de
estudiante. En la época de estudiante, yo estaba de obrero; trabajé en muchos sitios; trabajé en
la fábrica de baldosas, trabajé en un taller mecánico, trabajé en la mina, trabajé en las obras,
trabajé en muchos sitios. Y recuerdo que empezar a estudiar fue una cosa bastante casual,
porque yo estaba trabajando en una fábrica de baldosas y el patrón que estaba entonces
viéndonos trabajar, vio que yo trabajaba muy lentamente. Yo le pregunté que cuánto me
pagaba, y él me dijo que me pagaba lo que marcaba la ley. Le dije que la ley marcaba que me
pagara siete pesetas y que un litro de aceite costaba 100 pesetas, y entonces me dijo: "Bueno,
pues, si no te gusta, te echo, da igual," y me echó.
Entonces, cuando llegué a casa y mi madre preguntó: "¿qué te pasó?", yo le dije: "estoy
jodido, estoy cabreado, voy a estudiar y no me va a explotar más ningún hijo de puta." Y bueno,
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En el transcurso de la guerra se fueron formando diferentes grupos juveniles, de donde surgieron las
denominadas Organizaciones Juveniles (OOJJ).
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esto se lo dije yo a mi madre así, en una especie de explosión de ira, y mi madre se lo dijo a
una amiga que tenía un hijo que estudiaba. Era una familia rica, y la madre se lo dijo al hijo y
el hijo un día me fue a esperar. Yo no le conocía, y él me dijo "¿tú eres fulano?", "Sí.” Era
una gente a la que nosotros les habíamos llevado comida durante la guerra. Yo recuerdo haber
expuesto la vida llevándoles comida, porque silbaban las balas por encima de mí al llevarles la
comida. Y él me dijo: "Yo soy fulano de tal", “mira, en casa que quieres estudiar". "Sí."
"Mira, yo tengo libros y te puedo buscar un profesor." "Ah, muy bien." Y así empecé yo a
estudiar. Hice el bachillerato en dos convocatorias, que nunca pude hacerlo oficialmente en
una, porque tenía que trabajar, daba clases particulares para vivir. Luego, cuando ya estaba
estudiando en la Universidad de Oviedo gané una beca del Ayuntamiento de Gijón, y con esa
beca ya seguí estudiando hasta completar todo el curso, y luego toda la carrera en Salamanca.
Y al terminar la carrera me quedé de profesor en la Universidad de Salamanca. Yo fui profesor
en la Universidad de Salamanca desde el año 48, hasta el 57, casi diez años.
Lily Litvak: ¿Y de qué fuiste professor?
José Luis Garca Ra: De Filología Clásica. Yo soy doctor en Filología Clásica. Hice
el doctorado también en Salamanca. Esa es la época en la que a me llamaban entonces "el
comunista" entre amigos y tal, por mi forma de hablar, por la cosa radical. Pero yo no tenía
pertenecía a ninguna organización. Yo sabía que la policía me vigilaba. Me lo dijo el director
del colegio mayor donde yo vivía, que la policía iba a preguntarle que dónde estaba yo de 4:00
a 6:00. Y el tipo le contestó: "Pues de ese hombre sabemos dónde está por la mañana, no
sabemos dónde está por la noche pero de 4:00 a 6:00, pues, es muy fácil, está durmiendo la
siesta." Desde entonces yo supe que la policía me seguía, aún cuando yo no tenía ninguna
militancia política. Simplemente porque en conversaciones de café, y en tertulias yo exponía
mis ideas, digamos, naturalmente obreras, proletarias, etcétera.
Lily Litvak: ¿Y tú tenías acceso a la literatura anarquista?
José Luis Garca Ra: Bueno, entonces la literatura estaba muy…bah!, la literatura!!,
Ramón Sender, por ejemplo, era una literatura inconcreta. Yo recordaba también los libros de
mi padre, porque curiosamente aunque mi padre no militaba directamente en la organización
anarquista, los libros que tenía en casa eran todos libros anarquistas. Eran los libros de Reclus,
toda la obra de Kropotkin y todo eso, y yo los recordaba muy bien. Pero, vamos, no era ese
tipo de literatura, yo me dedicaba más a la literatura estética, la literatura de Valle Inclán, de
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Unamuno, a la filosofía de Ortega, Antonio Machado, en fin, a esas cosas. Luego más tarde
me dió mucho por la literatura rusa y llegué a conocer muy bien la literatura del siglo XIX y
prerrevolucionaria, pero en ello no había una posibilidad de adoctrinamiento, ni tampoco había
directamente un gran interés por definir el socialismo o el comunismo de esa o de otra manera,
¿no? Eran más bien ideas de carácter general. Entonces la guerra europea estaba en su mayor
momento de lucha. Hasta el 45, el clima era claramente de guerra, y yo, un poco, fuera de eso,
no tenía otra cosa fuera de esa especie de defensa de mi propia conciencia y de defensa de la
verdad. Por allá, cuando yo veía en mis tertulias, o con amigos o con extraños, unos
planteamientos que no se podían defender lógicamente porque no tenían coherencia, entonces
ya mi sentido de la verdad se rebelaba contra eso. Pero era por el sentido de la verdad y por el
sentido de la justicia, no por mi adscripción a una o a otra militância.
Cuando llegó un momento, sin embargo, en que después de leer la tesis doctoral, ya
después de hacerme yo profesor adjunto, en el 54, ya empecé a tener síntomas de asfixia, de
asfixia local. Y ya no me bastaba el desfogarme con alguna gente en una tertulia, ni el
controvertir las ideas del conferenciante en una conferencia. Ya no me bastaba, yo notaba un
clima de opresión, yo necesitaba respirar.
Entonces, me procuraron un lectorado. Yo había estado previamente becado por un año
en Munich, que fue donde hice la tesis doctoral. Y ya en 1955 me consiguieron un lectorado
de español en la Universidad de Maguncia. Ese fue un paso de alguna manera beneficioso,
porque allí me radicalicé más en el sentido del proletariado, y era más bien la literatura de
Bertold Brecht, lo que estaba más en la onda. Entonces, tenía una fuerte proyección ideológica
sobre la Alemania occidental, y allí conocí yo una etapa de mayor interés. Primeramente, había
sido de un interés práctico, ahora era un interés ideológico, aunque un interés ideológico
todavía de salón, por decirlo así. No había militancia real. La primera militancia, que tampoco
fue militancia, eran acciones esporádicas. Fueron las luchas por las huelgas estudiantiles de los
años 50, lo que realmente para significaron, y lo que me dieron a entender que había la
posibilidad de derrocar un régimen que parecía monolítico e imposible de quitar puesto que
tenías a la policía en todos los sitios y no había posibilidad de hacer nada organizativo sin que
estuvieran ellos inmediatamente encima de tí.
En aquellas revueltas fue donde yo vi, por primera vez, a miles de estudiantes en la
calle que subían al sindicato fascista y tiraban los muebles por el balcón. Entonces, en España
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Agustín García Calvo
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y yo nos dedicamos a escribir soflamas impulsando la rebelión
estudiantil. Recuerdo que las íbamos a pegar a las facultades, y, como no teníamos material
ninguno, las pegábamos con sellos de correos. Y la policía enseguida se debió haber dado
cuenta de que éramos nosotros, porque después me enteré yo por un profesor, Antonio Tovar,
que nos advirtió sobre aquella tormenta que pudo haber venido sobre nosotros
16
. Pero entonces
empezó para mí una necesidad de compromiso, ya sea en el café, ya sea en las tertulias, o una
búsqueda de acciones concretas con gente y armas precisas.
Entonces, estaba ya Manuela Ballester
17
que después fue comunista, García Calvo; en
fin, otra serie de gente, y ya se trataba de organizarse para la acción. Aunque ya eso había
empezado en la situación previa a mi marcha a Alemania. Pero la marcha a Alemania fue para
mí, aparte de esos contactos, una experiencia que me desencantó. Porque donde yo esperaba
ver una libertad frente a una dictadura [la de Alemania Oriental], lo que encontré fue una
libertad formal, pero que era en realidad una represión interna mucho mayor. Seguramente era
el ambiente de la guerra fría, y yo, las dudas que tenía aquí, las tenía allí, y ellos no distinguían
en mis conversaciones si yo tenía un matiz comunista o socialista. Seguramente lo que ahora
está saliendo a la luz, la Operación Gladio
18
fue la causa de una persecución muy seria que
hicieron contra en Alemania. Hasta el punto de que en el 58 abandoné Alemania, y
abandoné el lectorado, y había abandonado voluntariamente lo de Salamanca. Aquello fue tan
grande, la persecución insidiosa que me hizo aquella gente!
Lily Litvak: ¿Y fue debido a qué?
José Luis Garca Ra: No , fue debido, yo deduzco, a que, vamos, fue una cosa en la
que la propia policía a la que yo acudí en un momento determinado estaba implicada, y yo vi
15
Agustín García Calvo, (1926-2012), gran amigo de Jo Luis García Rúa, gramático, poeta, dramaturgo,
ensayista, traductor, catedrático en la Universidad Complutense de Madrid. En sus obras e intervenciones exaltaba
el sentimiento ánónimo y popular y atacaba los manejos del poder. Marchó al exilio a París en 1965 cuando la
dictadura franquista lo separó de la cátedra de Lenguas Clásicas que ocupaba en Madrid.
16
Antonio Tovar Llorente (1911-1985), Fue presidente de la FUE Federación Universitaria de Estudiantes.
Escribió para el periódico falangista Arriba España, y entre 1940-41 fue subsecretario de Prensa y Propaganda.
Desde 1942 fue profesor en la Universidad de Salamanca y en 1951 fue rector hasta 1963. Más tarde fue profesor
en Argentina y Estados Unidos.
17
Manuela Ballester Vilaseca, 1908-1994), pintora, ilustradora, cartelista, escritora y poeta. Militante en el Partido
Comunista de España. Formó parte de la Agrupación de Mujeres Antifascistas y fue miembro de la UEAP: Unión
de Escritores y Artistas Proletarios, y de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura.
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Operación Gladio fue el nombre en clave de las operaciones clandestinas ideadas después de la Segunda Guerra
Mundial por la CIA. Tenía como objetivo prepararse ante una eventual invasión soviética de la Europa occidental.
Disponía de fuerzas armadas paramilitares secretas en diversos países capitalistas, pero finalmente optó por
emplear varias estrategias de guerra sucia, como la infiltración y las operaciones de bandera falsa para destrozar
la imagen pública de partidos políticos que no colaboraran con los Estados Unidos.
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la persecución, y vi cuál era su posición, y me di cuenta entonces de que la policía era cómplice
de esa persecución.
Y te estaba contando mis últimos tiempos en Alemania, mi decepción con las
democracias formales, y te estaba diciendo las razones por las que me marché de Alemania
dejando mi puesto. Y es que llegó un momento en que yo creía que me iba a quedar ya en
Alemania. Yo me había casado allí, tenía posibilidades de llegar a ser profesor allí, y como yo
nunca estuve muy atado a la patria, en el sentido declamatorio de la palabra, pues yo era
bastante cosmopolita por naturaleza, no solo por convencimiento y por educación, sino por
naturaleza, entonces, el marcharme de Alemania significó realmente, marcharme dando un
portazo a la democracia formal. La democracia formal era una basura si dentro de ella se podían
hacer ciertas cosas.
Llegó un momento determinado en que yo acudí a un individuo. Era un francés, lector,
como yo, en la misma universidad, pero de francés, y cuando yo le conté cuál era el problema
que me estaba perseguiendo, me dijo que había que "Se faire soutenir par un parti politique":
"Hágase usted apoyar por un partido político." Entonces, eso fue para una revelación.
Quería decir que no se trataba solamente de tener razón sino que además, en una “democracia
formal”, la gente debía ser militante o por lo menos ser cliente de algún partido político. Así
me di cuenta de que la democracia formal no podía, de ninguna manera, ser el portaestandarte
de la justicia ni de un régimen del que se haga justicia hacia el individuo por ser un individuo,
sino porque estaba representado por una fuerza política. Entonces, todo eso quedó muy claro
para mí, y cuando volví a España, yo ya tenía dos enemigos fundamentales; uno era el
franquismo y el otro era la democracia formal, y cuando vine a España ya vine a jugármelo
todo.
Lily Litvak; ¿En qué año fue?
José Luis Garca Ra: Fue en el 58. Sí, en febrero del 58 yo volví a España
definitivamente. Y ya no volví a marcharme de aquí, nada más que para viajes de visita y eso.
Lily Litvak: ¿Y venías ya con una ideología muy precisa?
José Luis Garca Ra: No, ideología en el sentido formal no, sino más bien
rechazando… Yo fui haciendo mi propia ideología. La fui haciendo por lo que llaman los
médicos un análisis diferencial: ésto no, ésto no, ésto no, ésto no. Es decir: no vale el
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franquismo por ésto; no vale la democracia formal por ésto… Yo iba eliminando en cuanto iba
detectando teórica y vitalmente que aquello era negativo.
Entonces, cuando llegué a España, para mí, el problema fundamental era la lucha
antifranquista, y a eso me dediqué con todas mis fuerzas y fundé una escuela. Era una escuela
que se empeñaron en llamarla clandestina, y no era clandestina, era un sótano donde, con
nuestras propias manos hicimos unas mesas y unos bancos y donde dábamos clase gratuita.
Eran clases gratuitas a obreros, y claro, eso no lo podía permitir la policía franquista. Aunque
yo exhibía mi título de doctor y mi derecho a enseñar, eso no lo podían consentir y me cerraron
en tres ocasiones; hasta que cerraron definitivamente esa escuela.
Lily Litvak: ¿En qué ciudad era? ¿En Gijón?
José Luis Garca Ra: En Gijón, sí. De esa escuela se habla todavía. Los historiadores
hablan todavía de la Escuela de Cura Sama, que es la calle donde estaba la escuela, y donde
prácticamente -aunque los comunistas se resistan mucho a aceptarlo-, en realidad podemos
decir que la resistencia moderna al franquismo en Asturias se fraguó allí. Porque había otras
resistencias, había la resistencia de los partidos y la resistencia de los sindicatos, pero la
resistencia de los partidos y de los sindicatos era tan clandestina, que no tenía proyección hacia
fuera, mientras que nosotros ensayamos allí una nueva forma de clandestinidad, que era la
clandestinidad en la calle
19
.
Era la clandestinidad, en la que hacíamos, por ejemplo, reuniones clandestinas en una
terraza pública de un café, donde, digamos, para los que estaban afuera, nosotros estábamos
tomando un café y hablando de toros, y en realidad estábamos allí fraguando cuestiones de la
lucha. Era una modalidad nueva, y entonces la policía no podía acusarnos de partidismo. De
hecho, algunos pertenecían, pero la mayoría no pertenecíamos a ningún partido; aunque
teníamos, digamos, una especie de partido tácito antifranquista y una forma de organización.
Entonces, allí fue donde toda la intelectualidad española, o gran parte de ella, empezó a circular
por esa academia. Allí empezaron las luchas de las huelgas asturianas de los años 60, que
fueron las que despertaron el movimiento obrero.
La idea que yo tuve entonces fue la de crear, junto a eso, una especie de plataforma
multiideológica; y aquí te digo que yo todavía no tenía ninguna ideología precisa, aunque la
iba haciendo por eliminación. Quería crear una plataforma multiideológica, con el objeto de
19
En el número 5 de la calle Cura Sama de Gijón se ha colocado una placa conmemorativa del lugar donde desde
1959 hasta finales de 1965 se ubicó la Academia Obrera, fundada por José Luis García Rúa. El lugar fue un
referente en la lucha antifranquista.
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multiplicar la fuerza de acción antifranquista. A costa de ésto, los comunistas -que eran muy
pocos--, representaban muy poco en la Asturias incipiente donde yo viví. A costa de mi ayuda
o de la colaboración conmigo, etcétera, hicieron un partido fuerte en Asturias. Llegaron hasta
a ofrecerme a mí la dirección del partido en Asturias. "Pero si yo no soy comunista, les decía
yo.” “No, no, es igual, es igual”, me decían. “Tú tienes la dirección aunque no seas del partido".
Yo no sé si esto era un truco, una trampa, una manera de querer atraerme; pero en fin, esto vale
para indicar que no tenían elementos de dirección. Algunos elementos antiguos eran demasiado
clandestinos, y no sé si tendrían la capacidad para mover las grandes masas de estudiantes, que
eran las que movíamos nosotros. Porque nosotros nos movíamos simultáneamente en el campo
del estudiantado y en el campo obrero, en las dos cosas. Y esta conjunción fue fundamental en
las huelgas de Asturias de los años 60.
Bueno, pues con los comunistas se demostró que les interesaba aquella plataforma
sencillamente para hacerse fuertes en sus posiciones. Y yo me di cuenta de esto; yo había
trabajado sinceramente y de manera abierta con ellos, con los socialistas, con los anarquistas,
con todos, pero me di cuenta de que el Partido Comunista era el más sectario; en el sentido de
más cerrado; de quererlo todo para conseguir su propia meta y su propia estratégia.
Entonces, en aquella época yo no pertenecía todavía a la CNT. Las bases teóricas de
Comisiones Obreras las di yo, en el año 62 concretamente, a militantes comunistas, diciéndoles
que normalmente se formaban las comisiones para gestionar cuestiones de huelga,
negociaciones, etcétera, y que luego se disolvían, y que yo pensaba que podían permanecer y
ser el núcleo de una organización obrera. Eso, digamos, era la idea básica de Comisiones
Obreras en su origen, pero solo cuando representaban a la pluralidad de la clase obrera y no
tenían, digamos, o no estaban dirigidas por un partido político. Entonces, esas idea se las ofrecí
yo. Ellos tardaron mucho en madurarlas. Mucho, porque hasta entonces funcionaban con una
estructura llamada Oposición Obrera, que no tenía ningún futuro, mientras que esta otra
estrategia de Comisiones Obreras sí tenía futuro; sí tenía consistencia en su concepción. Y, no
obstante, ellos, hasta el 66 no empezaron a defender las Comisiones Obreras. Y esa renuencia
era sencillamente porque no podían consentir que la clase obrera fuera por delante del partido.
Es decir que en Asturias, la clase obrera, como clase, era más avanzada, era más radical
y más revolucionaria que lo que los partidos representaban. Entonces, para ellos se trataba de
detener el movimiento obrero. Esta fue la causa de mi ruptura abierta con ellos. ¿Detener el
movimiento obrero hasta que el partido estuviera lo suficientemente organizado para que el
partido, como vanguardia, pudiera ponerse al frente de la clase obrera?, ¿Uhm…? Esa es una
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estrategia absolutamente equivocada, y para ellos eso era algo así como el cumplimiento de un
dogma; la vanguardia dirigente que llaman ellos. No podían afirmar que la clase obrera podía
dirigirse a misma e ir por delante de cualquier minoría. Eso hubiera sido como negar el
marxismo, negar el leninismo, era negar todo esto. Hubiera sido afirmar la capacidad
autonómica de la propia clase, y por lo tanto negar el concepto del marxismo científico que
dice que la clase obrera necesita una dirección científica, etcétera, etcétera ¿no? En Asturias se
daba lo contrario, y entonces ellos, para negar esto, pues detenían… frenaban el movimento.
Yo tuve ocasión de comprobar eso al cien por ciento, porque en un momento
determinado a me vinieron a decir que en Mieres -un pueblo minero de Asturias- había
11,000 mineros en huelga y que sería de interés que la huelga siguiera. Y yo les dije: "Sí,
interesa que la huelga siga, porque la huelga es el arma fundamental de la clase obrera y no
puede desprestigiarse." Puede ser que haya una huelga y que se pierda o se desmorone, ¿no?,
pero la clase obrera debe propender a que toda huelga tenga un fin exitoso para la propia clase.
Es la manera de prestigiar el instrumento.¿Eh?, si desprestigiamos el instrumento, la clase
obrera acaba perdiendo la fe en las huelgas y entonces ha perdido su instrumento fundamental.
De manera que sí, eso sí interessa.
Bueno, pues entonces había que tirar papel. O sea, había que hacer un escrito, tirar unas
octavillas y, en fin, un poco orientar a la gente sobre la cosa. Yo me comprometí a hacer el
escrito, hice el escrito y lo fui presentando a las organizaciones con las que yo trabajaba. El
Partido Socialista que dijo que “está de acuerdo, pero no podemos firmar. No podemos firmar
porque no estamos autorizados a firmar con los comunistas.” El sindicato UGT, lo mismo. Fui
a la CNT, todavía no estaba yo en la CNT, y dijeron que sí, que "de acuerdo, que suscriben
aquello, pero que tampoco están autorizados a firmar con los comunistas." Fui con los
comunistas y les dije: "Mira, puesto que éstos no quieren firmar, entonces tiradlo vosotros. No
firméis con nombre del Partido Comunista, firmadlo con OS -Oposición Sindical- ¿eh?, que es
más vago. Pero hacedlo rápido, porque vamos, la huelga está esperando esto." Pasó un día,
dos, tres, una semana. A la semana, o a los diez días, ya no había huelga. Claro!, porque los
obreros no pueden estar indefinidamente en una huelga sin una dirección. Me enteré, al cabo
de equis tiempo, de cuáles habían sido las razones; y eran que el Partido Comunista no era
partidario de que hubiera tantas huelgas porque eso estaba reforzando a la clase obrera de una
manera que ellos no tenían capacidad de controlarla ni de dirigirla, ¿entendes?
Entonces me di cuenta de que aquí no se podia trabajar sin tener una estructura propia.
Y yo hice esa estructura propia; era una especie de carta magna de unos 12 o 15 folios y, y la
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presenté a una serie de hombres que trabajaban conmigo en la lucha clandestina, y la llamamos
CRAS
20
: Comunas Revolucionarias de Acción Socialista, y tirábamos un periódico que
llamábamos Comunas. O sea, que dentro de todo, en la lucha clandestina esto tuvo mucha
importancia en la vida revolucionaria de los años 60 y 70. En el 69 fue cuando apareció CRAS
a la luz pública. Y en el mismo año, CRAS fundó, por la conjunción de fuerzas con las que
trabajaba, el Comité de Solidaridad, que tenía la misión de apoyar a todos los presos políticos
y sociales, sin discriminación de pertenencia de partidos, y a la vez orientar a las luchas obreras
y lograr el redespertar el movimiento obrero en Asturias; puesto que por la acción de los
comunistas había sido detenido.
Hay que tener en cuenta que desde el año 66, Comisiones Obreras, dirigida por los
comunistas ya en el 66, participaba en las elecciones sindicales franquistas. Es decir, ya tenían
pactos secretos con Solís
21
, para penetrar en la CNS; el sindicato de Franco
22
. De esta manera,
ya tenían una estrategia, digamos que ya estaba pactada, para hacerse con elementos
sindicalistas. Era hacer una especie de transacciones. Por parte de ellos, se trataba de preparar
a una serie de gente en la práctica sindical, de colocarlos dentro del sindicato fascista y, en un
momento determinado, sacarlos como líderes de los próximos futuros sindicatos. Eso es lo que
en realidad querían, y en parte lo consiguieron, con la cosa de Comisiones Obreras.
Bueno, pues esto fue en el año 69, y ese Comité de Solidaridad tuvo mucha importancia.
Prácticamente el Partido Comunista no podía dar un paso en Asturias sin que nosotros
estuviéramos, prendiéndoles el terreno.
En ese momento, yo tenía relaciones con la CNT desde el 65. Un amigo de mi padre,
Aquilino Moral
23
, que había sido Secretario Regional de la CNT de Asturias, y que había sido
miembro de la CNT con mi padre también y que había estado en la lucha clandestina pero por
el sindicato, me había venido a ver mucho antes. Porque él también pertenecía al POUM, y
20
El CRAS nació bajo la hostilidad del Partido Comunista. Con el tiempo, la CRAS tomó partido hacia la CNT.
21
José Solís Ruiz Miembro del Cuerpo legal militar durante el franquismo y representante de las uniones de
trabajadores. Secretario General de FET y de las JONS. En 1941 fue testigo en un juicio contra un grupo de
anarquistas acusados de sabotaje que fueron sentenciados a muerte y ejecutados. En 1946 organizó el primer
congreso nacional de trabajadores. Tomó parte en la guerra civil apoyando la sublevación. Al terminar la contienda
ingresó en la Secretaría Técnica Sindical.
22
CNS Central Nacional Sindicalista. La Organzación Sindical Española OSE, conocida como Sinicato Vertical
o simplemente como Organización Sindical o por la abreviatura CNS fue la única organización sindical autorizada
que existió en España entre 1940 y 1977 durante la dictadira franquista. Todos los trabajadores y empresarios
estaban obligados a estar asociados a ese sindicato. Fue establecido al final de la Guerra Civil, mientras que las
organizaciones sindicales anteriores como la CNT y la UGT estaban proscritas. Tras la muertede Franco el
gobierno de Adolfo Suárez decidió la disolución del sindicato vertical.
23
Cenetista asturiano, autodidacta , pertenecía a la Agrupación Obrera de Gijón desde los doce os. Estuvo preso
en la cárcel de Laviana tras la huelga general de 1917. Transportaba propaganda entre Langreo y Gijón, utilizó el
seudónimo Teócrito, colaboraba en Acción Libertaria y en Sindicalismo.
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también escribía en La Batalla
24
, que era el periódico del POUM en París. Bueno, pues este
hombre fue el que me daba todas las cosas de la CNT, y a partir de ahí yo empecé a tener
contactos ya orgánicos con CNT sin pertenecer todavía a ella, pero cuando ya formamos el
Comité de Solidaridad, entonces nosotros impusimos que la CNT -a la que los comunistas y
parcialmente los socialistas querían relegar- tuviera su parte allí, de manera que el Comité de
Solidaridad estaba constituido por la Unión Sindical Obrera, por CRAS: las Comunas
Revolucionarias, por la CNT y por la UGT. Estos eran los que la componían, y se quedaban
fuera Comisiones Obreras y Partido Comunista. Se les había invitado a participar; pero claro,
ellos querían participar o dominar, por ejemplo, en la cuantificación de las donaciones a los
presos; porque ellos siempre tuvieron una política de presos muy específica.
El CRAS duró hasta el año 74, y el Comité de Solidaridad, después, cuando yo me
marché de Asturias se fusionó con otro, la Comisión de Solidaridad, que habían hecho los
comunistas, en una sola organización que duró hasta el año 76, hasta después de la muerte de
Franco.
Yo ingresé en la CNT en abril del 69. O sea, yo pertenezco a CNT orgánicamente desde
el año 69, pero pertenecía también antes, porque yo aún dentro de CRAS, habiendo ya
descartado a los comunistas, tenía la pretensión de que diversas ideologías dejaran de lado los
elementos separativos, para que se atuvieran a los elementos de conjunción y de esta manera
fuera más fuerte la unión. Eso no se logró porque cuando fuimos a cada sindicato pidiéndoles
actitudes de este tipo, todos se negaron. Los únicos que nos ofrecieron toda clase de facilidades,
de acción, de dedicación, etcétera, fue la CNT. Entonces, los compañeros de CRAS que se
habían asociado conmigo vieron con claridad que el comportamiento realmente ético y el
comportamiento realmente revolucionario estaban en la CNT y no en los otros. Y por eso
entonces, a la hora de tener que pertenecer a un sindicato -nosotros veíamos que era
absolutamente fundamental pertenecer a un sindicato- nos metimos todos a la CNT. Esa fue la
razón de mi adscripción orgánica a la CNT.
Y así fue como, casi siempre por el mismo sistema de que te acabé de hablar, el sistema
de eliminación; de ir descubriendo qué es lo negativo, bien porque el discurso teórico lleva a
un callejón sin salida, o bien porque en la práctica se demuestra que aquello no es operativo ni
24
La Batalla, fundado en Barcelona en 1922. Duró hasta 1980. Publicación semanal, órgano del POUM. A partir
de 1930 se convirtió en el periódico más relevante entre las publicaciones comunistas de Cataluña. En su segunda
época sería el órgano oficial del Bloque Obrero y Campesino (BOC) y a partir de 1935 del Partido Obrero de
Unificación Marxista (POUM). El 19 de julio de 1936 los militantes del POUM incautaron las instalaciones del
periódico El Correo Catalán y desde ese momento pasó a editarse allí como diario. En 1937 se prohibió su
publicación. Durante el franquismo reapareció brevemente en los años 70.
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funcional para los intereses de la clase obrera, así es como me fui acercando progresivamente
al campo del anarcosindicalismo y del anarquismo.
Me parece que esta era tu pregunta sobre mi trayectoria hacia el anarquismo.Te hice un
discurso muy largo, pero, en fin, creo que de esta manera queda suficientemente clara cuál fue
mi evolución ideológica desde niño ¿no?
Lily Litvak: Pues es lo que quería saber. Y una pregunta más: tu opinión acerca del
futuro de la CNT, por ejemplo, y del movimiento obrero en general.
José Luis Garca Ra: Bueno, yo pienso que en general el futuro de las organizaciones
ácratas es un futuro venturoso. Venturoso en el sentido de que, al revés de quien dice que son
posiciones arcaizantes, demodé y que no tienen ninguna función futura, pienso que están
completamente equivocados. En primer lugar, las organizaciones políticas se van
desprestigiando cada vez más por su propia práctica política. En segundo lugar porque el
mundo que van ofreciendo, en la medida en que tiene algunos aspectos positivos, lo son porque
van absorbiendo ideas libertarias y las van más o menos tergiversando. Pero, en fin, que se
hable de federalismo, que se hable de autonomía, que se hable de ecologismo, que se hable de
antimilitarismo, etcétera, etcétera, todo eso es del campo libertario. Todo eso, hace 50 años, no
había nadie más que lo defendiera aparte de los libertarios. La descentralización, la
regionalización, la sustitución de la función coordinativa superadora de la función
subordinativa y por lo tanto la eliminación del centralismo, todo eso son ideas ácratas que van
prendiendo en la sociedad, que van siendo asimiladas.
Pero, a la vez que van siendo asimiladas también van siendo desvirtuadas. No tienen la
pureza ni la intencionalidad que tienen cuando son presentadas desde el punto de vista ácrata.
Pero eso mismo es una prueba manifiesta de la “virulencia” del carácter, eh, diríamos, fuerte
de estas ideas que se van imponiendo. Y junto a esto hay otra cuestión, y es que el utilizar esas
ideas, y el utilizar la sociedad de consumo y la sociedad del espectáculo -desde el punto de
vista de lo que podríamos llamar una filosofía analítica, la filosofía pragmática del hecho por
decirlo así-, dejando fuera toda búqueda de la utopía, toda la prosecución hacia el futuro, todo
ideal en el horizonte, trae como consecuencia una necesidad de control. Y es un control que no
es solamente permanente, sino creciente, por parte de las llamadas autoridades democráticas.
De manera que, por decirlo así, las democracias, en función de la necesidad de previsión
de todo lo que ocurra, se ven pilladas también por la necesidad de un control permanente,
creciente y progresivo, de toda la sociedad. Y ese control permanente, creciente y progresivo
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de toda la sociedad va convirtiendo, cada vez más, en más formales todavía, las libertades de
la propia democracia formal. De manera que, de hecho, el "tú vas a poder votar, tú vas a poder
hablar", todas esas cuestiones; a la hora de tener que reivindicar una cuestión vital de vida o
muerte, de ser o no ser, vas a encontrar los obstáculos formales suficientes para que no puedas
hacerlo dentro de los preceptos de la “democracia formal”.
Esa necesidad de controlarte, de hacerte una especie de carnet de identidad en el que se
digan cuáles son tus padres, cuáles son tus primos, cuáles son tal; en fin, toda tu parentela por
un lado, cuáles son tus amistades por otro lado, qué clase de tendencia tienes, si echas azúcar
al café o no la echas, si tienes un pene largo o corto, si te gustan las mujeres de este tipo o de
otro. En fin, toda tu historia-- toda tu historia va allí grabada, y en un momento determinado la
policía sabe todo de ti, porque necesita controlarte. De manera que la imagen del gran hermano
del 1984 de Orwell, no va solo dirigida a los gobiernos totalitarios, sino a la propia democracia,
que en función de ese pragmatismo, de ese enorme temor a que algo les quede fuera de la
mano, a partir de lo cual se pueda colar la ideología, el ideal, la lucha por la utopía, etcétera,
va teniendo esa necesidad de controlar.
Naturalmente, la diferencia es que aquellos [los gobiernos totalitarios] te daban un
bofetón abiertamente; y aquí, en vez de darte el bofetón abiertamente, el bofetón consiste en
que a lo mejor dentro de tres meses te quedaste sin trabajo sin saber por qué, y es porque estás
apuntado en una lista de no se qué y de no se cuánto. Entonces, esa democracia se va
totalitarizando progresivamente.
Por otro lado, abocan cada vez más a la constitución de grandes masas de grupos
marginados, en el sentido de que están pillados por la necesidad del elemento de productividad
en la economía, que obliga a sustituir al hombre por la máquina. Pero al sustituir al hombre
por la máquina no reconocen que la máquina es un beneficio social, y que debe ser un beneficio
social, porque la máquina es el resultado de la concentración del esfuerzo, de las reflexiones y
hasta de los sufrimientos y desgastes de toda una sociedad anterior. Porque toda la
investigación que se ha venido haciendo por parte de todos los hombres, ha venido a dar en un
ordenador de un tipo, o en un ordenador de otro tipo, en una máquina "A" o en una máquina
"B". No se improvisa esa máquina; esa máquina es un producto histórico, y como tal, es
producto de todo el pueblo y de todas las generaciones. Nadie puede entonces apropiársela y
decir: "Como yo tengo dinero, compro esta máquina y la exploto en beneficio mío" ¿verdad?,
sin preguntarse entonces cómo he tenido dinero para comprarla, si la exploto en beneficio mío,
entonces esta máquina me quita el trabajo de 200 hombres y echo a la calle a 200 hombres.
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Si no se reconoce que esa máquina es un producto social -y por ser un producto social
es un bien social al servicio de toda la sociedad-- y por tanto se prohíbe a los particulares el
beneficio de la explotación individual de la propia máquina, entonces a lo que se va, en razón
de la pura ley del beneficio, de la pura ley de la productividad, es a crear enormes ejércitos de
obreros parados, sustituidos por la máquina y sustituidos por una pequeña cantidad de obreros
especializadísimos en crear la producción. Pero esas masas enormes, ese ejército de obreros
parados que va a haber, van a ser considerados por esa democracia totalitarizante, simplemente
como elementos pasivos a los que hay que mantener y a los que hay que entretener. Entonces,
se les mantiene con la sociedad de consumo y con la sociedad del espectáculo. Es decir, se les
reduce cada vez más a la categoría de cosa. Se les organiza toda la vida; desde la escuela hasta
la vejez. Es decir, hasta que se mueren están organizados; tienen organizados las vacaciones
de este tipo o de este otro tipo, los planes de ocio de este tipo y de aquel tipo, las relaciones
sexuales, pues eso incluso, están programándote desde la tele de "ponle el condón", "no le
pongas el condón", "hazle esto", "hazle lo otro". O sea, que está todo perfectamente
manipulado. Cada vez son más cosas, y cada vez la gente está menos capacitada para la acción
espontánea e imprevisible, que es lo que determina el carácter incondicionado de la libertad.
Entonces, en vista de todo esto, cualquier alma, cualquier espíritu o cualquier
inteligencia sana; cualquier inteligencia que no esté enferma por alguna o por otra
circunstancia, cualquier inteligencia que tenga la capacidad de ver sin telarañas y que a la vez
no esté pillada por intereses, no puede aceptar una situación de estas en que se busca que toda
la sociedad vaya a estar constituida sobre una base de enajenación permanente. Y para esto,
primero hay que comprar a la gente por la vía del consumo, y hay que, digamos, descuartizarles
o, o transmutarles la mente por medio de la sociedad del espectáculo, por medio de todas las
preparaciones que se hacen desde la televisión y los medios de comunicación en general.
Entonces, el trabajo del hombre, del hombre despierto, del hombre que tiene la inteligencia
sana y no pervertida, va a encontrar muchos más obstáculos para desenajenar a esta gente, que,
por ejemplo, con la gente como la de ayer. Eso era muy fácil porque eran mentes vírgenes.
Eran inteligencias agrestes, pero por ser agrestes eran naturales, y entonces no estaban
desviadas por nada. Veían la realidad muy viva, y reaccionaban frente a esa realidad. Y
reaccionaban siempre bien, descubriendo, sabiendo muy bien distinguir entre A y B, qué es lo
bueno, qué es lo malo, mientras que en este otro caso, en el caso de las generacionales
educadas, es decir, escolarizadas y mediadas por la sociedad de consumo, la inteligencia está
mucho más confusa. La capacidad de discernir está mucho más pillada por intereses; y aferrada
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a cuestiones que además son tanto más emocionales, tanto que muchas, en la mayoría de las
ocasiones, no son consciente.
Es decir, el desmontamiento de una mente se hace por vía del trabajo subliminal y por
vía del trabajo inconsciente. De manera que en un momento determinado, los hombres de este
tipo se encuentran con que están pensando de una determinada manera, pero no son capaces
de dar razón de por qué llegaron a ello. Entonces, el hombre, y te repito que una de las
dificultades es esta-, el hombre sano, el hombre de mente despierta y no enferma, va a tener
más dificultades de acceso a esa gente. Va a tener que eliminar más intereses. El montaje, el
andamiaje con el que han construido esa mente, es mucho más complicado y va tener que ir
eliminándolo.
A la vez, también es muy claro, primero -dos cosas-, que esta situación de, digamos, de
ilotización
25
de la gente social, va por un lado, dejando una especie de hueco dentro de las
personas que la sociedad nunca puede satisfacer. Y ese hueco dentro de las personas, se
convierte en algo oscuro, pero algo sumamente insoportable que llega a la rebelión. Pero es
una rebelión en la que no hay una preparación ideológica ya formada, que no llega a ser una
rebelión de carácter revolucionario con una finalidad y con una salida, sino que llega a ser la
rebelión de la destrucción. La rebelión de la destrucción que es la de mayo del 68 en la que los
estudiantes franceses hace poco estaban saqueando esto y lo de más allá. En fin, son como
explosiones, ascienden a verdaderas explosiones. Esto es un factor del que no se tiene
consciencia, termina en una explosión que el capitalismo sujeta muy bien, la domina y la
controla, pero si le das consciencia, tienes ahí un material virgen, un material explosivo, una
especie de fuerza dinámica suficiente para darle una salida positiva.
Esto sucede por un lado en cuanto al descontento, a la mala consciencia que se va
acumulando en la gente por el género de vida que llevan, que en realidad no responde a los
imperativos de su propia psique y de su interior. Por otro lado, están también las necesarias
crisis que se tienen que producir en el sistema productivo de la competencia; en Japón, en
Norteamérica, en Europa, etcétera. Un sistema de producción que, planteado por un lado sobre
la base de la productividad y por otro lado por el precio, lleva a la eliminación de elementos
de mano de obra en las empresas, lleva también al cierre de empresas por incapacidad de
competencia, y eso puede llegar a sacudir gravemente las bases de una nación.
25
Se refiere García Rúa a los ilotas, que en la Grecia antigua eran los siervos de Esparta. No deben confundirse
con los esclavos mercancía, sino que, y ésto es esencial en el uso de la palabra por Gacía Rua, en términos más
actuales, el ilotismo se refiere a las personas desposeídas de sus derechos ciudadanos. Eran esclavos públicos,
propiedad del estado espartano y formaban parte de los bienes rurales de los espartanos.
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Aparte de ello, toda esta masa, que en realidad se la ha estado contentando,
alimentándola de una manera artificial con una especie de sobreproducto del producto nacional
bruto, cuando el producto nacional bruto no para sobrealimentarla, tendrá otras tantas
ocasiones para ser un ejército potencialmente tremendo en la capacidad destructiva que pueda
tener. ¿Entiendes cómo es? Lo que quiero decir es que hay suficientes elementos, que no son
solamente materiales, sino también morales. En los años 30, hasta los 40 o 50 digamos, en que
había tres ideologías que se ponían al servicio de la utopía, de la transformación del mundo: el
comunismo, el socialismo y el anarquismo. Está claro que dos de ellos al final han fracasado,
han estallado. Están abierta, ostentosamente, fuera de lugar. Uno, que al mostrarse como
dictadura del proletariado sobre el proletariado, ha demostrado que es absolutamente
inoperante y que lleva a los pueblos a la ruina. El otro se ha convertido en un mejor gestor del
capitalismo; son las socialdemocracias, y nunca van a cambiar; únicamente van a hacer
reformas, pero nunca van a cambiar sustancialmente una sociedad. La única actitud que puede,
coherentemente, conducir hacia la utopía, es la posición anarquista desde el punto de vista
teórico. Y no es que no hayan querido destruir esta posición teórica y absorber al anarquismo.
Naturalmente que se ha hablado ya del anarquismo capitalista, ha habido intentos, hechos
dentro de la CNT de querer extinguirla por una de las ramas.
O sea la sumisión a la democracia formal buscaba la extinción de la CNT. Consistía en
participar en las elecciones sindicales, participar en las instituciones, y en fin, era la
institucionalización del sindicalismo, cosa a la que nosotros nos negamos sistemáticamente,
porque el sindicalismo institucionalizado es una pieza más al servicio del fortalecimiento del
régimen.
Bien, pues lo han intentado. Han intentado, de la misma manera como se hizo un
eurocomunismo, hacer también un euroanarquismo. Y han fracasado en ello. En el campo del
anarquismo han fracasado. Han querido, y siguen queriendo, por vía de Suecia, con la SAC
26
sueca y otros grupos centroeuropeos, hacer una especie de tercera vía que aceptara esta
democracia. Pero no tienen ni fuerza, ni credibilidad, ni ningún futuro. De manera que entonces
se demuestra que la idea anarquista es hoy por hoy la única que puede ofertar hacia el futuro.
En la medida en que se puede ofertar algo hacia el futuro, es un proyecto de coherencia que
26
SAC, La Organización Central de Trabajadores de Suecia (SAC), por sus siglas en sueco (Sveriges Arbetares
Centralorganisation) es una federación sindical sueca de orientación sindicalista. Su objetivo a largo plazo era
realizar una sociedad sin clases ni jerarquías y donde los medios de producción fuesen compartidos y administrados
por los trabajadores. Fue miembro fundador en 1922 de la Asociacion Internacional de Trabajadores pero entraron
en conflicto con ellos en la década de los cincuenta cuando SAC entró en un fondo de desempleo apoyado por el
Estado que la AIT consideraba como reformista y colaborador del Estado.
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tiene una razón de ser, tanto en las posibilidades virtuales del propio discurso, como en la
posibilidades materiales del desarrollo social y económico.
A tres años vista, a cinco años vista, a diez años vista, no es una cuestión de tiempo.
Nosotros en este caso no somos deterministas como lo es el marxismo que ha tratado de
decirnos: "bueno, pues la revolución para ser factible tiene que ser realizable en tales
condiciones a tal fecha, etcétera". Porque, no somos deterministas en ningún sentido. Unas
veces predominan los factores económicos, otras veces predominan los factores religiosos,
otras veces predominan los factores espirituales de otro tipo; en fin, el hombre es un problema,
un problema constante, y no se puede decir que en él haya elementos determinantes decisivos
que anulen todo los demás. Tampoco puedes predecir el juego de estos factores, ni mecánica
ni matemáticamente, pero lo que puede asegurarse es que un discurso que se lleve a la
práctica con coherencia, tiene que tener necesariamente unos resultados visibles hacia el
exterior.
Yo pienso que eso es así, y sigue siendo así. Si por un lado la sociedad, como te dije
anteriormente, va asimilando cada vez más ideas para corromperlas y para deformarlas, ahora
hay ideas que eran exclusivamente ideas libertarias hasta los años 30 o 50. Y ahora estas ideas
están siendo validadas. Forman parte de los programas de los partidos políticos; e incluso de
los partidos políticos que se tienen por conservadores y reaccionarios. Quiere decir que ya no
pueden dar un paso sin ofrecerlas, porque están en la necesidad de la gente, porque están en
las aspiraciones de la gente. Y si están en las aspiraciones de la gente, quiere decir que nosotros
trabajamos a favor de la gente. Es decir, que lo que nosotros proponemos acaba manifestándose
como una necesidad del interior de las personas. Y esto es otra garantía de aptitud y posibilidad.
Bueno, yo creo que, pues, he hablado mucho.
Lily Litvak; Oye, que le agradezco mucho. Muchas gracias José Luis.
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Recebido em: 26 de agosto de 2022
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